No sabes lo difícil que se me hace poder expresar el luto que siento y poder decirles cuanto siento lo que están pasando ustedes.La relación que tuve con tu mama fue una que se inicio bajo otras circunstancias y la cual con los años poco a poco se iba transformándose como la vida de una mariposa.
Para mí fue una época alegre y de agradecimiento poder disfrutar mi tiempo con ella. Sus cuentos se convirtió en mis cuentos, sus deseos los míos, sus penas, ansias y risas también se desenvolvieron convirtiéndose míos.
Atraves de los años ella en mi pensar y en mi sentir me acepto como parte de su núcleo familiar y en ocasiones hasta me decía “Hijo” Se preocupaba de mi y cuando escuchaba noticias de huracanes en la Florida me llamaba para asegurarse que yo estuviera bien.
Cuando yo la veía, sus ojos (lo cuales me encantan) se llenaba de alegría. Se reía de los cuentos míos no importando que tonto eran. Al igual me daba consejos de mi vida enamorado…y yo le contestaba que le iba a conseguir marido y que Zarate estaba disponible, con eso cambiaba de tema.
En fin tuvimos muchas conversaciones hasta en el silencio me hablaba y las cosas que me decía era para siempre reírnos.
En muchos momentos contemplaba como llamarla, si abuela era adecuada, abue o hasta mami. Decidí con “La Zulma” titulo de única.
En los últimos meses ya su dolor la molestaba a diario y de vez en cuando estando solo con ella, lloraba y ella se decía que era una inútil. Yo trataba de consolarla sin poder lograrlo y personalmente me afligía. Intente de mostrar confianza y seguridad con decirle que “dale tiempo…veras que estará mejor” se lo decía sin realmente saber el tiempo que le faltaba, pensé que ella podría estar en nuestros acompañamientos más tiempo y en eso “Me equivoque”.
Al llegar a verla en la cama y mirar en sus ojos, en mi corazón sentí el tiempo escapar, guardando en silencio lo que yo veía. En un momento veía reconocimiento y en otra veía al otro lado de una ventana que no era esta vida. El brillo que vi no era la mirada de mucho tiempo.
En una oportunidad cuando la vi despierta, entre en su cuarto y teniendo poco momentos a solas con ella, me acerque, el mirar en sus ojos vi que ella sabia quien era, con una sonrisa en mi cara le digo “Zulma no ves que tengo una barba” su mano bajo y me roció la barba. Fue mi indicación que me entendía. A ella no le gustaba cuando yo tenía barba y por esa razón se lo mencione.
Luego le tome la mano, y le dije te quiero, no imaginando que sería la última vez que ella lo escuchara de mi boca, ella me respondió con sus ojos como siempre hacíamos, sentí que ella también en su forma me quiso.
La voy a extrañar, mucho…
