Llegaron a las tierras de Ajijic que se ubican en el estado de Jalisco, un
lugar desconocido para el, el hombre de esta pareja. Ellos sabían que solo tenían ese día y nada
más. Pensaban que nadie iba a cambiar este
momento, que era únicamente de ellos. El
viaje era para conocerse y estar tranquilos, algo que ellos nunca habían tenido.
Llegaron al hotel en el que se iban a hospedar, simplemente para tener un
lugar donde llegar y cambiarse. Y para estar tranquilos disfrutando del día que
era caliente, muy lindo. Ellos caminaban
suavemente, el seguía el ritmo de ella, sensual cuando camina y linda para admirar.
Ella es una mujer delgada, fina y
tímida. Aunque ella caminaba a su lado,
él podía ver cada paso que tomaba, cada movimiento que hacia, lo sentía como un
bolero: rítmico y deseable.
Ellos en realidad no tenían plan, ni agenda, el día solo era para hacer lo
que les parecía, para estar lejos de lo que ellos conocían como el mundo. Ella le preguntaba que quería hacer y él le
respondía “tu me trajiste aquí, será lo que tu quieras”. Lo que él quería es que ella tomara la
decisión para disfrutar el día y la noche.
El no quería ser autoritario deseaba que ella tomar y tomara las
decisiones.
Mientras pasaban la tarde ellos llegaron a verse de una forma en la que
nunca antes se habían visto. Poco a
poco, paso a paso se estaban descubriendo el uno al otro. Él veía cosas en ella que nunca antes había
visto y de su boca escucho las palabras que nunca había escuchado. Confirmaba
en la mirada de ella las palabras que ella decía y eso le agradaba.
En si, el se llenaba de sus palabras y él vivía en los cuentos de ella, el
se transportaba a su mundo para mejor conocer su vida. Entender bien quien es ella, que deseaba y
que buscaba.
Se rió de los cuentos de ella y de las cosas que decía y se alegro mucho de
su sonrisa. Él hasta podía sentir el
agrado que ella tenia hacia él, por lo menos así él lo interpretaba. El se alegraba de su sonrisa y hasta la
confianza de compartir su bebida, aunque no le gusto mucho lo que tomó.
Cuando la tarde se acercaba no quiso pensar en la hora, sino en lo que iban
hacer en la tarde. Jugó con ella en la
habitación una pelea de almohadas y escuchó su risa fuerte y vibrante, solo
quiso jugar más. Sintió las vibraciones
de ellas, vio su sonrisa y su paz, pero
aun no podía leer su mente. Trato de interpretar su alegría y se frustraba con sus errores. ¿Como deseaba que ella le dijera como el debe proceder?, hay mujeres que fáciles de leer pero esta mujer es diferente.
aun no podía leer su mente. Trato de interpretar su alegría y se frustraba con sus errores. ¿Como deseaba que ella le dijera como el debe proceder?, hay mujeres que fáciles de leer pero esta mujer es diferente.
Ya sabía que ella había tenido mal de amores y que ella se limitaba
simplemente por no sentir el dolor nuevamente.
Pueda que ella jugaba con él y no le importaba, si solo por una tarde
podrá sentir un poquito de su amor.
Quería un cariño de ella, un sentido especial para él para poder llamar
suyo.
No le interesaba el pasado de ella o cual mala fue su historia, solo el
presente, ahora, este momento pero quería convertirse en juguete del querer de
ella.
Pero cuando se sentaron en el bar empezaron a jugar el reto, algo que el no
había planeado, simplemente se le ocurrió en el momento. Hubo tantas sensaciones que pasaron por su
cuerpo cuando se inicio este juego.
Tantas preguntas surgieron que quiso aprovechar del tiempo y sabía que
poco a poco se escapaba aunque trato de no pensar en él.
El inició ese riesgo en forma de juego y lo que resulto fue novela que se
convertía en realidad. Aun el no podía
ver las escenas en su cabeza, como todo iba a realizarse, porque el juego era espontáneo
y no quiso planear nada. Deseaba que
todo se iniciara por si mismo que la noche y el momento los llevara hacia donde
sé tenia que ir (aunque el no lo sabia, para él fue como deseaba.)
Él pensaba, que le molestaría si la tocara, si la abrazara o la besara en
la luz de la noche. O si le molestase si
le dijera cosas dulces en el paraíso que estaban ubicados. Pero solo lo pensaba y tenía mucho miedo
arriesgar unas preguntas así, preguntas que quizás la pondría en una situación
que no deseaba compartir con él.
Él quería mirar bien adentro en sus ojos y ver si ella era capaz de
perderse con él. Locamente quiso decir
por completo todo sus sentidos las cosas que guardaba bien adentro. Pero una imagen aparecía en su frente, que lo
controlaba como fantasma en la noche. La
imagen de su rechazo hacia sus caricias y ese miedo el no puede superar otra
vez.
Sabia que ella vivía en una prisión con rejas muy frías donde no fácilmente
ella puede decir lo que siente. Él
quería dejarle saber como salir de esa prisión de miedo y llegar en el mundo de
del sin rejas, y simplemente querer.
El se imaginaba escribiéndole así, como aquí y se preguntaba si ella
imaginaba igual que él. Si ella deseaba
con los mismos sentidos que él, si ella escribiese una carta para el cómo el cuento
este.
“Si tu pudieras leer mi mente” pensaba él, “¿qué cuento leerías?, ¿Seria
mejor que un libro de una librería? “¿Seria
como un cuento de una película vieja?”.
Casi cantaba, diciendo “quería seguir mirándote y escuchar mi nombre en tu
voz, me haces sentir como un nene chiquito, pasar una noche en sueño contigo y
convertirlo en realidad que no haya imposibles y vivir de ilusiones seria
bello”.
Él anhelaba acercase a ella y en esa noche con la luz baja escuchar en el
silencio, ver todo ese espacio que era de ellos para hacer lo que deseaban,
para él, nada pudo estar mejor que ahí y ahora.
No creyó que
pudo estar mejor hasta que estuvieron en la alberca juntos, ella se sentía
suave en su tocar, el peso de ella en el agua era casi nada y ahí la tenia en
sus brazos cargándola podía estar así toda la noche.
Pensó, “por fin te tengo y no había nada ni nadie que podía quitarme de
este sueño, porque sé esta convirtiendo en realidad. Ella esta cerca, suave, linda y tiene una voz
angelical todo eso era espectacular y él estaba vivo en este momento.
Nadaban rociando sus cuerpos, sus manos y sus ojos pero aun jugando el
riesgo del reto o pregunta. Sus
preguntas a veces le indicaban como proceder, pero ella cambiaba el movimiento
el tema y nuevamente tenia que pescar por otro camino, quizás ella lo hizo por
miedo o quizás por esconder. Pero el no
pudo hacer las preguntas que más deseaba, las cosas que quería saber tenia que
aguantar, no se atrevía preguntar.
Al llegar a su lugar privado temblando los dos del frio por el aire ellos
aun riendo del reto ya acontecido, él deseaba, pensaba, quería, anhelaba seguir
pero el miedo del fantasma del rechazo volvió a aparecer.
La noche terminaba y el momento estaba por llegar a su fin. Se sentía lejos, abandonado con solo la
memoria, ¿qué iba hacer?, No sabía.
Se acordó del reto y decidió arriesgar con el juego, la última mano sea
para bien o para mal. Llamo a su nombre
sabiendo que quizás no vuelva a suceder otra vez en este paraíso espectacular.
Ella dio vuelta y al decir Reto o Pregunta y el tira la ficha para que el
destino escoja por él la decisión que por el miedo no le deja tomar. La ficha da vuelta y vuelta girando por el
aire y era como que para él, el tiempo se para solo lo suficiente para el
pensar que va hacer, que pregunta o que reto.
Finalmente cuando la ficha cayó en su mano, su mirada baja para ver el
resultado del destino ¡Águila!, Y dijo ¡Reto!
Ella lo mira con una sonrisa y piensa, que va hacer este hombre, ella
también sabia que era la ultima tirada pero no sabía que más podía el pedir,
especialmente cuando tenían que irse.
El se acerca y busca en sus ojos, busca con toda su fuerza para llegar
hacia su deseo, lucha contra el miedo, pelea contra lo que no quiere y con lo
que desea. Se acerca mas a ella y esta
vez no mira en los ojos de ella, no quiere ver la lucha. Busca dentro de su alma para encontrar el
reto deseado las palabras para expresar todo lo que siente y lo que buscaba de
ella. El reto
que le dará vida a su alma, que convertirá en realidad ese sueño que por muchas
noches había vivido, solo.
Finalmente encuentra las palabras para retar a este ángel y poder expresar
su deseo principal. De su boca sale
rodeado el miedo y le dice al cerrar sus ojos.
“Bésame, pon tus brazos alrededor de mi cuello dame este momento aunque
no vuelva a surgir no volveré a llegar hasta aquí solo dame este beso ahora.”
Hubo un tiempo de silencio por parte de ella, sonreía pero sabia que ella
sentiría temor, el cual también lo sentía él, sabia que este momento
posiblemente no volvería a pasar y posiblemente ella se negara. Muchas cosas pasaban por su mente él pensaba
“voy a echarme hacia atrás, mejor lo paro yo que ella, no quiero el rechazo por
su parte, no quiero el desprecio tengo miedo de perder... otra vez.
El tiempo pasó y él abrió sus ojos y vio que ella tenía sus ojos cerrados. Vio
el miedo en ella. Pero vio que ella
estaba dispuesta a dar, a darle lo que él deseaba lo que lo haría a el completo,
el beso de su boca, la oportunidad de sentirla a ella para llegar a una
intimidad que solo ellos podrán crear y sentir.
El se acerca, tomó su mano izquierda, cerró sus ojos y comenzó a
sentir. Sintió sus labios, suave,
gentil, sabrosa, dulce para querer más. Él grababa cada momento cada sensación
y ella solo pensaba que estaba dispuesta A ser besada por él. Él disfrutaba de su lengua como un explorador
llegando a tierra nueva.
Saboreó sus labios primero
el de arriba luego el otro mientras su mano tomaba posesión de su cuerpo en fin,
el la abrazo levemente. Con una mano la
abrazo para sentirla por completo y darle legitimidad al beso. Ella lo besaba, respondiendo a el con su boca
como barco en marea como instrumento y músico, aun así el no podía leer su
mente.
El momento fue rápido, pero para el duró una eternidad. Sus labios aun mojados del beso de esta mujer
y conociendo que el momento había acabado como una película de un cine, el se
echa hacia atrás aun teniendo el miedo de mirar en sus ojos. Solo quiso mantener el recuerdo del beso esa
sensación del dulce prohibido y finalmente poder tenerlo. Con solo ese beso confirmaba lo que ya sabia,
esta mujer es el deseo de todos los hombres ciegos, con ese beso uno fácilmente
puede describir lo que es belleza.
Recordó un poema: “Enróscate en mis labios y deja que te beba,
para sentirte mía por un breve momento.
Y esconderte del mundo y en ti mismo esconderte, y oír voces de asombro
en la boca del viento”
Uno puede concluir que usó el juego para tomar riesgo de un reto para
sentir la sensación de ese beso para poder superar el miedo, el miedo de probar
sus labios para besarlos. Cosas que uno
considera importantes son de riesgos grandes y para él esto fue una montaña que
pudo superar, aunque por breve momento.
En fin se queda con el recuerdo, que empezó en el jardín y como Adán y Eva,
con la fruta, en este caso el beso, se fueron del paraíso.
Después de todo que se ha leído este cuento nunca sucedió, solo fue un
sueño que se desea Re-vivir.
Por Francisco Colon y editado por Giovanna Rojas